Una tarde, se me ocurre que podría cambiar y darle mas vida a ese lugar... Me di cuenta, que allí es donde se paran nuestros ojos al entrar en casa, donde recibimos a los que llegan y despedimos a los que se van....
Sentí que debía ser algo mas especial de lo que era...
Manuel me propuso pintar una pared de rojo (color que le encanta por que le llena de energía) y así, transmitirlo a los demás...
A mi se me ocurrió poner unos vinilos de esos que tanto se llevan ahora....
¡Una cosa de plástico vas a poner en la pared!!
Yo le mire con cara de susto y de sorpresa a la vez y le dije...... ¿Y que si no?
Si quieres.... te puedo pintar las mismas flores del vinilo directamente en la pared.....
Pintar las paredes? pensé yo...... Y haciéndole ojitos le conteste...... Claro cariño, seguro que así queda mejor...(no del todo convencida, la verdad ).
Poco a poco, según creaba su obra, me iba dando cuenta, que su alma, quedaría impregnada para siempre en esa entrada...... que parte de él, siempre estaría allí...........
Y ahora, cada vez que entro en casa, me alegro de haber escuchado a Manuel. El lo hizo convencido de que me gustaría y sabéis que? Tenia mucha razón.......
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